Sería injusto que termine este año 2012, sin que recordemos en este sitio los cincuenta años que se están cumpliendo desde la presentación en Argentina de uno de los mitos de nuestro automovilismo: el Ford Falcon.
Mito digo yo, y creo que existen razones fundadas.
a.- El Falcon se produjo en el país desde 1962 (al principio se ensamblaban piezas importadas y a partir de 1963 fue criollo) hasta 1991, estamos hablando de casi treinta años de producción y ventas ininterrumpidos, y en seis de esos años fue el auto mas vendido en el mercado nacional.
b.- El Falcon se adapto como ninguno a las distintas condiciones de tránsito que ofrece nuestro país, desde la ciudad con todas sus alternativas topográficas, hasta el campo con sus rudezas rurales. Ningún otro auto creó una reputación de robustez como el homenajeado: todos escuchamos alguna vez, “y… es un Falcon… esto no se rompe nunca.”
c.- Durante todos esos años mantuvo su esencia estilística, aggiornandose con leves retoques, pero sin cambiar los valores que le dieron éxito y popularidad.
d.- Tuvo su versión deportiva, denominada Sprint, que arranco el suspiro de muchos Fordistas. Ya dedicaremos una nota a este aparato.
e.- Tuvo su versión Rural con una curiosa ventanilla de zaga en su portón trasero; también su pick up liviana denominada Ranchera.
f.- Protagonizó hasta la actualidad (aunque mas no sea a través de su emulación por prototipo) de la categoría mas popular del país y mas vieja del mundo: el Turismo de Carretera TC, donde representa desde su ingreso -allá por 1965- el baluarte de la gente que defiende los colores de Ford. Insisto, hasta hace unos 15 años eran verdaderos Falcon preparados para la competición, hoy, en cambio, son prototipos cuya imagen remiten al continente de los Falcon. No obstante esta aclaración, el amor es el mismo, es emocionante ver como el hincha tiene en sus retinas al Falcon y hoy lo sigue vivando como hace más de cuarenta años.
g.- Mecánica simple y confiable, 6 cilindros en línea, distintas cilindradas en su evolución: 170, 188 y 221 pulgadas cúbicas, algo así como tres litros y tres litros seiscientos, tracción trasera y potencias que van desde los 101hp de los primeros Falcon, 132hp en el motor 221 y 166hp en su versión Sprint.
Seguramente debe haber mas razones por las que el Falcon se convirtió en mito nacional. Me gustaría que ustedes las comenten, para que de ese modo podamos rendir justo homenaje a los 50 anos del Falcon, gran compacto argentino.
Falcon 62. Piezas americanas (donde también fue un éxito) ensambladas en Argentina. Para distinguirlo: su parante trasero (hoy denominado pilar c) es muy angosto y la luneta curva.
50.000 Falcon. A pocos años de su lanzamiento, la producción era masiva y el producto se afincaba en el gusto argentino.
Falcon 66. Mismo estilo con detalles que cambian como la parrilla delantera con barras verticales y una transversal que las atraviesa. A esta altura, ya era un consagrado en el mercado local.
Aparece la rural en el 68. Una de las mas lindas que pude ver en fotos, la de mi amigo Agustin. Gracias Agus, la acabamos de inmortalizar.
Reestyling a partir del 73. Faros cuadrados adelante, mas rectos atrás y la llegada de la versión deportiva. El Sprint. En la foto, uno naranja espectacular.
El último Falcon. Misma esencia para la versión senior del mismo clásico.